Alex Moreu nace en Barcelona. A muy joven edad siente la llamada del escenario. Empieza cursos de interpretación en el Col.legi del teatre combinando las clases con un espectáculo de cabaret
« Una noche contigo » representado en la mítica sala Llantiol. Siempre inquieto y curioso, se lanza también a otra de sus pasiones: la música. Así se convierte en el cantante del grupo Recuerdos de Rita, banda con la cual sacaran un disco y se producirán en importantes salas y conciertos de masas como el festival Dr Music festival, en su primera edición. Después de decidir orientar su carrera profesional exclusivamente a la carrera de actor, la aventura de la banda de rock se termina y se va a vivir a Francia, a Toulouse, donde se formara en la escuela Théatre de l’acte. Al terminar sus estudios el director de la escuela, el cual tiene una de las compañías más antiguas de la ville rose, le propone encarnar al rey Ubu, en la libre adaptación de la obra de A. Jarry; Ubu rey. Este es el primer montaje de una colaboración con la compañía que durara más de diez años. Apasionado también del celuloide, decide ir a vivir a París y probar suerte. Finalmente entra en el mundo del cine francés de la mano de Christophe Le Masne, quien, después de haber colaborado ya con dos cortometrajes premiados en varios festivales (Clermont Ferrand, Aubagne…) le ofrece la posibilidad de encarnar un papel en el primer largometraje del director, en forma de comedia; Moi,maman,ma mere et moi, junto a actores de talla como Philipe Nahon, Greg Monteil, Philippe Rebot, Lolita Chammah… pelicula que se estrenó en el festival de cine de Angoulemme. La llamada de su país y de su cultura aparece al cabo de los años como una evidencia y decide volver a su tierra natal, a su ciudad, Barcelona, donde vive actualmente. Siempre despierto y buscando, le salen varios secundarios en series espanolas de Netflix y
Movistar y algún co-protagonista de alguna película indi. Las Particuladidades de Alex Moreu son un don para la comedia, un don para la música, facilidad de tocar instrumentos musicales, y una gran adaptación y simplicidad a la hora de abordar sus papeles, los cuales los descubre a partir del cuerpo, del movimiento: como anda el personaje, como come, como habla. Para el la interpretación es siempre un juego, unos niños que se divierten en el patio de recreo, una necesidad, una manera de existir y un espacio de reflexion sobre las paradojas e injusticias del mundo en clave de humor. La risa es felicidad.